Con más caderas pero no menos carácter, se vuelve una mujer estilo neorrealismo italiano: "Endijpué de tantos años, si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados -dice tierno, el renegau -. Porque si los abro elijo a otra".
Como en su primera aventura, dos lagrimones le ruedan otra vez por la caripela: Inodoro Pereyra cumple ahura 25 años. Nació y creció en la revista cordobesa 'Hortensia', en una época de consagración del folklore.
La historieta era, originariamente, una parodia en la que se exageraban los giros lingüísticos y los estereotipos terruñales. Una combinación de lugares comunes del radioteatro gauchesco -que el propio Fontanarrosa escuchaba de chico-, la jerga nativista y el 'lenguaje 'festivalero' a lo (Armando) Tejada Gómez', según las palabras del humorista.
Munido de documentos, diccionarios, música y literatura, Fontanarrosa se adentró en la temática campestre. En un rejucilo de bravura sintetizó -tal como él mismo cuenta- todos esos conocimientos en la línea finita y pelada con que simbolizó, en los cuadritos, el horizonte y la chatura de la pampa.
"Alguna vez me preguntaron si Inodoro refleja mis conocimientos.
'La eficacia de la historieta reside en trabajar sobre mensajes debilitados en su reiteración, sucesión de efectos que carecen de sentido. Porque la parodia, como la caricatura, no hace sino resaltar lo manifiesto: no inventa, enfatiza explica el escritor Juan Sasturain en El domicilio de la aventura.
La evolución natural de las especies hizo que, después, la 'sátira feroz al folklorismo' -tal como apunta el periodista Marcelo Moreno en una nota publicada en el fenecido diario 'Convicción'-, ampliara a posterior¡ su temática. jue el paso inevitable que debía dar una historieta surgida en una revista humorística y consagrada en un diario. 'Lo que empezó como una parodia ya no lo es', ricuerda Sasturain.
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